El método de observación de bebés Esther Bick y sus aplicaciones

A lo largo de las últimas siete décadas y en los cinco continentes, el método de observación de Esther Bick ha probado ser la vía regia a la comprensión de los procesos del desarrollo mental de bebés, infantes y niños pequeños. La observación sistemática in situ, no sólo ha sido un invaluable, riguroso y poderoso recurso versátil que ha contribuido al conocimiento profundo de la condición humana en diversos contextos étnicos y socioculturales. Sino también ha permitido vislumbrar horizontes desde distintos vértices: la formación de recursos humanos, en los campos de la salud, salud mental y educación, con exquisita sensibilidad y responsabilidad ética puestas al servicio de la infancia y la adolescencia, la investigación psicoanalítica del desarrollo psíquico y los vínculos tempranos, la intervención clínica preventiva. Sin dejar de lado la función política de la mirada de la observación, que visibiliza a una población generalizadamente invisible y vulnerable, flagrantemente violentada en sus derechos humanos, dentro de nuestras convulsas sociedades.

La O.B Método Esther Bick permite esculpir la identidad analítica, aprender a observar las múltiples relaciones en el campo observacional, ejercitar la capacidad intuitiva, crear y sustentar el setting psíquico, aprender a escuchar, ampliar la capacidad de continencia, evitar las actuaciones, orientaciones, reaseguramientos, abstraer conjeturas imaginativas y racionales sobre la experiencia compartida, entrar en contacto con los estados emocionales del observador, posibilitar la comprensión de la importancia de las relaciones parentales con el bebé; la relação entre el bebé y sus hermanos, el complejo fraterno, ejercitar la capacidad de registrar por escrito la experiencia, soportar en los seminarios la exposición de sí mismo, como también los diferentes vértices de los integrantes del grupo, realizar la experiencia de la capacidad negativa de Keats, tolerar frustraciones, poder comprender diferencias sociales, culturales, antropológicas.

La observación de Bebés Método Bick es una observación psicoanalítica por excelencia. Es una observación natural, en el hábitat del bebé y su familia. Nos aporta coprensiones esenciales a tener en cuenta con respecto al desarrollo emocional y su puesta en escena en las Relaciones Humanas. Cumple varias funciones, entre ellas la de contención de la díada madre-bebé y de la familia de forma más extensa. Es un modelo esencial para la formación de psicoanalistas, psicoterapéutas y cualquier persona que esté al cuidado de la infancia.

Establece un espacio témporo- espacial en el cual podemos recibir las comunicaciones de la incipiente mente del bebé, junto a su madre. Desarrolla en el observador la capacidad de rêverie, de contener y transformar las primitivas comunicaciones mentales del bebé. Desarrolla la capacidad de abstenerse de actuar como respuesta al bebé y a su madre. Nos da una información directa y experiencial del funcionamiento psíquico desde los primeros días de vida, del bebé y su madre. Desarrolla la capacidad de dialogar y reflexionar en grupo.

Creo en la importancia de la Observación de bebés para la transformación de la mente del analista. Los encuentros con el bebé desde que nace hasta los dos años, como indica el Método Bick despierta emociones, estimula el pensamiento y permite una disponibilidad mental para alojar esas experiencias de encuentro y significarlas. La atención consciente e inconsciente amplía la observación de los detalles en la relación con el bebé, necesarios para el ejercicio clínico posterior.

La observación de bebés con el método de Esther Bick nos entrena para registrar la evolución de un recién nacido en el seno de su familia. La llegada de un bebé siempre genera turbulencia emocional de la que como observadores comprometidos también somos parte. Nos sirve para afinar nuestra capacidad de registro, incluidas nuestras propias reacciones emocionales. A la familia le resulta importante nuestra presencia atenta y sostenida: se identifican con nuestra tarea y descubren la relevancia que tiene detectar ellos también los cambios en la evolución emocional de su bebé.

La observación es más que simplemente mirar. Implica que el observador asimile y tenga en cuenta las experiencias físicas y emocionales compartidas del bebé o niño pequeño y su familia, mientras intenta construir el significado de estas experiencias. Esto promueve una profunda apreciación por los procesos manifiestos y latentes que subyacen durante el desarrollo emocional del niño. En la aplicación clínica de las herramientas aprendidas durante las observaciones, el observador aprende a desarrollar y profundizar la habilidad para reflexionar, no sólo sobre la comunicación verbal sino, sobre todo, sobre el comportamiento no verbal y sus significados sutiles. En resumen, amplía la posibilidad de que se pueda pensar y dar palabras a pensamientos previamente impensables. En este proceso, el mundo interno inconsciente se vuelve más conocedor y la capacidad de comprensión se profundiza y, por lo tanto, enriquece nuestras relaciones con los demás y con nosotros mismos.

La Observación de Bebés según el método de Esther Bick es sumamente importante por muchas razones. Enseña a observar. Como sabemos, la observación es el primer paso del método científico. En este caso, el sujeto de observación es la díada madre- niño y su familia. Tiene la particularidad de que lo observado es inmaterial y el observador pasa a formar parte del ambiente familiar, va a recibir las proyecciones de la familia y un impacto emocional grande, todo lo cual tiene la oportunidad de ser metabolizado en las reuniones del grupo de O de B. allí se ‘observa la observación’ y ayuda a no actuar al observador. Aprenden todos. Se aprende a observar en sentimiento y pensamiento. Nos permite conocer el desarrollo evolutivo del bebé y cómo se va configurando la mente en la interacción con la madre y la familia. Ha sido relevante para el Psicoanálisis y otras disciplinas en los cuales el observar es importante. Su práctica permite que el mismo método crezca.

En sus primeros años de vida, el bebé requiere de una envoltura material y psíquica permanente que favorezca la construcción de su aparato mental. Al estar resguardado por los cuidados parentales es un sujeto difícilmente abordable. La Observación de bebéS, según los criterios de Esther Bick, nos brinda una oportunidad única de acercarnos a la interacción del infante con sus padres y vislumbrar las ansiedades y recursos defensivos que se despliegan en ellos.

La observación de bebés con el método Bick es una oportunidad única y privilegiada para observar el comienzo del desarrollo psíquico en la interacción madre bebé, y produce un círculo virtuoso, al favorecer el vínculo materno infantil a través de la contención que aporta la observación, y por otra parte, profundiza nuestra capacidad psicoanalítica de observación, contención y abstinencia, siendo una función beneficiosa para todos los participantes.

Esther Bick ao aplicar sua experiência do laboratório de etologia á Observação da relação da mãe com seu bebê em seu ambiente familiar cria um método muito interessante. Diferente do método empírico onde o observador busca confirmar ou refutar uma hipótese, neste método o observador se deixa tocar pelo impacto do observado, assim como na clínica Psicanalítica. O analista observa sem memória e sem desejo, registra e discute o material observado em supervisão. As vivências emocionais primitivas que são despertadas no contato com o desamparo da mãe e do recém-nascido podem ser transformadas na mente do observador/ analista, quanto aprende a não interferir e se conter frente as situações de intenso impacto emocional. Um espaço psíquico de contensão emocional pode ir se desenvolvendo, aspecto tão importante para o trabalho do analista.

El método de observación de bebés de Esther Bick no es sólo un instrumento esencial en la formación de analistas de niños, adolescentes y adultos, sino, un método de sensibilización emocional y técnica para todas aquellas personas ligadas al trabajo con niños y sus familias, les da la oportunidad de conocer la turbulencia emocional que transcurre en la díada madre-bebé. Este método permite además, por un lado sentir el impacto emocional que provoca dicha turbulencia y por otro lado, poder tramitarla abriéndo un universo diferente de comprensión sobre los niños y sus madres liberándose de prejuicios y falsos saberes.

La observación de bebés nos sirve para la clínica de niños desde momentos muy tempranos, pero también es una herramienta muy valiosa para la clínica con pacientes adultos. En momentos donde irrumpe lo arcaico y la comunicación no cuenta con palabras, aparece eso “sabido no pensado” como un mensaje a develar.